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Distintivo Azul FAQ Preguntas frecuentes La política y el problema del óxido de nitrógeno

¿Cuál es la opinión de los políticos sobre el problema del óxido de nitrógeno?

Los diferentes partidos y resorts tienen puntos de vista muy diferentes sobre la cuestión de la prohibición de los vehículos diésel, incluso dentro del mismo Gobierno. El Ministerio Federal de Medio Ambiente está dirigido por el SPD y se considera obligado a explicar la superación de los valores límite no sólo a las organizaciones medioambientales, sino también a las autoridades europeas. Por este motivo, la Ministra de Medio Ambiente Barbara Hendricks ha defendido durante mucho tiempo la adopción de medidas más eficaces contra la contaminación atmosférica por óxido de nitrógeno y el establecimiento de prohibiciones de circulación en las zonas especialmente afectadas.
El Ministerio Federal de Transportes e Infraestructuras Digitales, por otra parte, ha recaído tradicionalmente en manos de la CSU. En esta función, los ministros de Transportes Alexander Dobrindt y Christian Schmidt (desde septiembre de 2017) representaron los intereses de la industria automovilística, que supone una gran parte de la economía de Baviera. Así pues, el Ministerio de Transportes dirigido por la CSU contribuye de forma significativa a la cantidad elevada de procedimientos por parte de la UE contra la República Federal de Alemania. Ningún otro país de la Unión Europea tiene tantos procedimientos de infracción como Alemania. De los 74 procedimientos, 20 proceden del Ministerio Federal de Transportes e Infraestructuras Digitales.

¿Qué dicen los distintos partidos?
Los Verdes y La izquierda se encuentran entre los partidos más radicales a la hora de establecer medidas contra el óxido de nitrógeno. Durante la campaña electoral del Bundestag en 2017, ambos partidos exigían la prohibición de los motores de combustión a partir de 2030. Además, el Partido La izquierda quiere invertir mucho más dinero en la ampliación de la red de transporte público en las zonas rurales.
El SPD no pretende una salida forzada de los motores de combustión interna, sino que quiere crear incentivos más persuasivos para la renovación de la flota alemana. Después de que se conociese la sentencia de Leipzig sobre la prohibición de circular con diésel, repitieron su demanda de mayores primas de cambio.
El FDP se pronunció en contra de una fuerte intervención política en el desarrollo de la industria automovilística. Al mismo tiempo, sin embargo, también han tenido que verse en la situación de pagar una indemnización sustancial al consumidor y de promover la incorporación de filtros de los vehículos diésel.
La electromovilidad es el futuro para la CDU, pero un futuro todavía lejano. En el otoño de 2017, la Canciller Angela Merkel confiaba cada vez más en la participación de los municipios afectados y esperaba poder reunir rápidamente un paquete de ayudas de unos mil millones de euros. Sin embargo, los problemas en la formación del Gobierno tuvieron como consecuencia una falta de reacción rápida en este ámbito y la solicitud de los fondos prometidos está tardando más de lo esperado. Desde la sentencia sobre el diésel, el Gobierno ha prometido de nuevo reunir a todos los actores para evitar una disparidad de reglamentos diferentes en Alemania.